Berlin BEBE

Como ya os he adelantado en el ‘post’ anterior, el fin de semana del 20 de Octubre estuve por Berlín. Fue la caña de España. La quedada fue bautizada con el nombre ‘BEBE’ (Breve Evento Berlines Extraoficial), y hizo honor a su nombre. Violeta esta allí de Erasmus y Elisa haciendo una estancia en Marburg. Y como Berlín esta a unos 320 km de aquí (aunque no conté con el factor ‘transportes en Polonia’) y tenia muchas ganas de juntarme con mi gente de Zgz, pues allí nos fuimos a pasar el fin de semana (fue mas bien un fin de semana ‘galego’, porque fui el jueves y llegue de regreso a Wroclaw el lunes por la mañana para ir a trabajar).
Me lo pase de muerte, y como los excesos se pagan (si nos hacen factura igual los cargamos a la subvención aunque lo de la memoria va ha estar un poco jodido hacerla), terminamos los tres con un gripazo de muerte.
Hicimos turismo tanto diurno como nocturno, este ultimo mas horas y mas intenso..
El recibimiento por parte de mis compañeras de BEBE ya indicaba el camino que iban a tomar los acontecimientos, y no se torció en ningún momento. Cuando llegue a la estación central, las vi subir por la escalera mecánica,y ya traían unas botellitas de ‘Ciervo’ (o Jägermeister, que no se por que los alemanes le llaman así) para ir pimplandolas por el camino. Nos fuimos a casa de Violetilla para que yo dejara la mochila, y comenzó la primera noche del BEBE, nos hicimos una botellita de Zubrowka Polaco con zumo de algo y nos marchamos a buscar a los amigos de Violeta a una residencia de estudiantes. Tras el recorrido hasta allí dando cuenta de la botella de Vodka, lleno de risas varias, exaltación de la amistad, historietas de nuestras respectivas vivencias en las ultimas semanas y alguna que otra ‘sinceridad’, ya llevábamos una tajada digna, así que pensamos: “vamos a intentar estar serios y dar buena imagen ante los amigos de Violeta”, pero todos no lo conseguimos… al menos fue ella misma la que entro haciendo el ganso. El resto de la noche, bueno, surrealista, nos fuimos al centro a hacer turismo nocturno, y lo hicimos pero no de club sino de calle, andamos mas que en la película ‘Dolls’ y menos mal que teníamos “EL MAPA” (que yo con el mapa a muerte) que sino no se donde estaríamos aun. Fíjate si andamos que llegamos hasta debajo de la estrella, pasando previamente por Springfield y parando a repostar en un Kebab. En fin, que llegamos a casa destrozados y empezando a amanecer.
Al día siguiente, bueno, turismo diurno, que es lo que toca ya que estas en una ciudad de estas. Fuimos de paseo, a ver los sitios mas importantes de la ciudad. La catedral, el palacio este que Hitler se estaba construyendo, vista exterior del museo Egipcio (que parece ser que solo le interesaba a mi, porque ya no fuimos a verlo por dentro), la plaza de la quema de libros, las iglesias ‘Alemana’ e ‘Italiana’ ¿Cuál es cual?, Puerta de Brandemburgo, infinidad de monumentos en honor a los asesinados en las guerras mundiales, el ángel… etc. Todo esto amenizado con botellitas de ciervo para que no decaiga la cosa. Ya estábamos preparados para la segunda noche del BEBE.
Nos pillamos otra botella del souvenir polaco y otra vez nos la pimplamos camino de la residencia. Esta noche teníamos fiesta allí, y llegamos ya con un puntillo exagerado, hicimos prefiesta-marquesina (nos terminamos la botella en la marquesina del bus a la entrada), llamamos a Adolfo, y nos entramos adentro algunos con un camión de fichas por descargar y otros con un pedal del morirse. Algunos duramos mas en la fiesta repartiendo fichas a tuti, y algún otro se fue a dormir completamente desnucado… La fiesta, bueno, nos quedamos un poco con la peña haciendo el ganso con Arguiñe bailando dirty dancing y tocando el contrabajo. Después búsqueda de un sitio donde dormir, y finalmente localización de Violeta en el cuarto de la otra de Zgz y charrada, visionado de fotos, y el menda haciendo amigos augurándoles a todos una corta relación con sus respectivas parejas. Vuelta a casa llegando por la mañanita y dormida de la mona.
Siguiente día, bueno, no nos pudimos levantar muy pronto, así que tampoco nos dio tiempo a ver muchas cosas, pero aun nos fuimos a ver el ‘Checkpoint Charlie’, un trozo del muro, una plaza que no tengo idea de lo que era, pero así muy moderna, con muchos cines y molona. Y después a cenar algo a un japonés. Esa noche no iba a ser muy larga, ya estábamos un poco destrozados. Pero bueno, de vuelta a casa, y una vez allí y con unas cervecillas uno de los compañeros de piso de Violeta nos invito a una fiesta típica en casa alemana. Nadie conocía a los dueños de la casa, pero no era lo mas importante.
Pues para allí nos fuimos, y como buenos ‘invitados’ compramos una botella de Vodka para llevar. Cuando llegamos aquello era el paraíso de las rubias, pero algo paso durante la noche, que en un momento nos dimos cuenta de que aquello se había convertido en un campo de nabos, y como ya he dicho, no conocíamos a nadie, cuando llegamos (solo al compañero de piso de Violeta, que a su vez no conocía a los de la fiesta tampoco y además desapareció en seguida) pero antes de que terminara la fiesta, los españoles una vez mas montándola, ya éramos los reyes de la fiesta, sobre todo estas dos, que en un campo de nabos ya se sabe que triunfan mucho mas las tías. Y allí la fiesta no termino hasta que los españoles decidieron marcharse, que fue mas bien tarde. Así que otra noche de risas mil, llamada a Adolfo, tajada importante, bailoteo, y dándonos a conocer. Y para terminar lo absurdo, de vuelta para casa, una parada de metro que parece que nunca llega, y total que cuando llega es el final de línea, estas se me han quedado dormidas y nos hemos pasado de parada. Y como igual da preguntar a Violeta porque esta sobada y responde lo primero que le pasa por la mente, pues finalmente me quedo dormido yo también y dios proveerá. Vamos, que nos pegamos un par de horas metidos en un vagón de metro, dando vueltas a Berlín, y encima sin billete (que ya se sabe que por la noche no hay que pagar, aunque fueran las 10 de la mañana) y esta era la noche que yo queria volver pronto porque estaba ya un poco destrozado.
Domingo despedida y cierre, despertarnos a las mil, ir a comer algo, recopilación de las fotos, y a por la noche a coger el tren que la cruda realidad polaca espera. Y aquí estaba de nuevo, mas muerto que vivo y con un medio gripazo de cojones. Fueron unos días magnificos, Muchas gracias chicas!!!!